Que la fotografía está íntimamente ligada a la obsesión no es ningún secreto. El fotógrafo que no se considere obsesivo, que haga un poco de autocrítica. En la blogósfera se pueden encontrar sitios temáticos de lo más diversos, pero hay uno en especial que me llamó la atención por la especificidad y la dedicación. Es un blog dedicado exclusivamente a los gatos callejeros de Tokio. Ni más ni menos. Disfrútenlo (Cat-Haters abstenerse)
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