viernes, junio 30, 2006

Densidad

Hace un tiempo les presenté al fotógrafo alemán Michael Wolf, con su serie sobre los 100 monoambientes de un monoblock. Bueno, hoy les muestro otra serie, que continúa con la misma temática, es decir, la alienación urbana, la pérdida de la escala, lo "hecho mierda" que está el ser humano. La serie se llama Hong Kong, arquitectura de la densidad, y realmente da claustrofobia. Y no, no está photoshopeado y no, no son rastis ni legos. Si querés ver más fijate acá.

sábado, junio 17, 2006

Almacenaje y conservación de fotos digitales

por Mike Johnston, "The Online Photographer"

Años atrás, trabajando en un laboratorio fotográfico comercial, tuve que mover un escritorio grande y pesado sobre el cual descansaban algunas de las ampliadoras. En el piso detrás del escritorio, entre el polvo y las telas de araña, encontré una tira con 3 negativos de 120. La foto del medio era un desnudo de una mujer en una de esas poses estilo pin-up de los '40 que muestran tanto como esconden..

Naturalmente, limpié el negativo e hice una copia.

No era una foto muy buena, y el negativo estaba subrevelado. El punto es que era al menos de hace 50 años en ese momento, y había durado todo ese tiempo -en la ausencia de cualquier tipo de cuidado.

Hace poco, un comentario llegó sobre nuestro artículo sobre discos rígidos. El punto era bueno; solo creo que eligió el tono incorrecto. Sonaba feo. Si tus datos son tan importantes—estoy parafraseando—por qué no te comprás un sistema RAID como el NSA o el DoD?

Sí—por qué no, boludo?

Deconstruir esa idea es muy instructivo, me parece. Primero, si tus datos son tan importantes—implicando que en realidad sos solo un snob pretencioso si creés que tus fotos valen la pena de ser preservadas. Segundo, si llegas a perder todos tus datos, bueno, es porque no tenías tus archivos en almacenaje redundante como digamos, el Departamento de Defensa. O sea, en otras palabras, es tu culpa.

Yo solía tener un jefe muy inescrupuloso que siempre decía lo mismo a cualquiera que se quejara sobre el pésimo servicio del negocio. "En todos nuestros años en el negocio," decía, "Sólo tuve dos quejas. La suya es la tercera." Yo diría que tuvimos quejas de algún tipo de al menos el 60% de nuestros clientes—cientos y cientos en el poco tiempo que trabajé ahí. Pero ninguno de ellos sabía eso. Para lo que ellos sabían, mi jefe decía la verdad.

Un concepto similar a este ha sido muy importante en el desarrollo de la computadora personal. Cuando tenés problemas con la computadora, no es falla del producto, es tu falla. Vos no sabés todo lo que se puede saber sobre computadoras, no? Si lo supieras, todo hubiera funcionado perfectamente. Esa es la idea.

Esto incrementa enormemente la tolerancia de la gente a las fallas. No es un producto poco confiable, es error del usuario. No es su error, es tu error. Entonces, por más o menos veinte años, las computadoras fueron feas y problemáticas, recalcitrantes y enfurecedoras. Pero eso no dañó al segmento del producto. Los consumidores estaban felices de culparse a sí mismos.

En realidad, es una falla del producto. La mayoría de la gente tiene problemas serios con computadoras al menos de vez en cuando. Las máquinas deberían ser más confiables y más resistentes. Deberían ser mejores.

Me pregunto si no hemos entrado en un paradigma similar en lo que concierne al almacenaje de imágenes digitales. La fotografía digital ha sido parte de la industria orientada al consumidor por alrededor de diez años. Y, en serio, mucha de la gente que conozco que ha estado creando trabajos digitalmente desde 1996 ha perdido algo de su trabajo o este trabajo se ha vuelto inaccesible por la pérdida del software o el hardware necesarios para recuperarlo.

La respuesta implícita de la industria fotográfica podría ser la misma que la del comentario antes citado: Y vos quién sos, Richard Avedon? Qué hace a tus fotos tan importantes?

O, bueno, qué mal que perdiste ocho años de tu trabajo, pero ya sabés, realmente deberías haber hecho back-up todos los días a tres discos rígidos externos carísimos, y recopiado todos tus CDs de archivos cada dos años, y... y...

Tu error. Boludo.

Excepto que no lo es. Me pregunto que va a pasar cuando el digital salga de sus "días de cuna," y la gente empiece a perder regularmente más y más de su trabajo. Porque, ya ves, en realidad, no es irrazonable que la gente quiera conservar su trabajo intacto por períodos medidos en décadas, y no deberíamos necesitar convertirnos gradualmente en archivistas de tiempo completo para asegurarnos de que eso suceda.

Debería al menos existir un medio de almacenamiento más o menos accesible que uno pudiera tirar detrás de un escritorio por 50 años y poder utilizarlo cuando lo saques. Así vos podrías elegirlo si lo quisieras o lo necesitaras.

La industria de la fotografía digital como un todo ignora este aspecto de su tecnología con gran perjuicio no solo de nuestras propias memorias y nuestros registros grupales de nuestra cultura, me parece, sino también con perjuicio para su propio futuro.

Publicado originalmente por Mike Johnston en "The Online Photographer". Reproducido con permiso.

sábado, junio 03, 2006

Ojos blandos

Leyendo el excelente blog photostream, llegué a esta maravillosa definición sobre la fotografía, que pertenece a Henry Wessel:"Parte de ello tiene que ver con la disciplina de estar activamente receptivo. En la base de esa receptividad está un proceso que puede llamarse ojos blandos. Es una sensación física. No esperás nada en concreto. Estás abierto, receptivo. En determinado momento estás frente a algo que no podés ignorar". Difícil explicar más claramente la sensación de ir por ahí flaneureando.